28 de febrero de 2012

"Aquella Virgen", una marcha entre Málaga y Sevilla

Es curioso como algunas marchas provocan interesantes debates entre Hermandades por su dedicatoria. Pasó en su día con la popular Estrella Sublime de Manuel López Farfán, que creó discusiones entre las Hermandades de la Hiniesta y la Estrella, ambas del Domingo de Ramos sevillano, llegando a aparecer "presuntos" papeles del autor que corroboraban que la marcha estaba dedicada a la dolorosa de la Estrella. Hoy día sabemos que está dedicada a la Hiniesta dolorosa.

La macha que nos ocupa va más allá, hasta el punto de mostrarse discrepancias entre las dos ciudades con más población de Andalucía: Sevilla y Málaga.

Manuel Gómez de Arriba nació en Madrid en el año de 1904. Director de bandas militares, su obra insigne (en teoría tiene más marchas compuestas, pero aún no se sabe realmente nada de ellas) es Aquella Virgen. Una marcha sencilla y muy elegante, que suena con cierta asiduidad por Andalucía, por sus bellas melodías y su carácter tan típicamente andaluz:


 El problema está en la dedicatoria de esta marcha.

Trono de la Virgen del Gran Poder
Compuesta en 1960, la marcha la estrena el propio autor, al mando de la banda del Ejército del Aire de Madrid, tras el palio de la Virgen del Gran Poder, de la malagueña Hermandad de la Misericordia. Así que ya tenemos un motivo para creer que esté dedicada a esta dolorosa del barrio del Perchel.

Por otra parte, se cuenta que un año Manuel Gómez de Arriba presenció el palio de la Virgen de la O por la calle Troya, y de ahí surgió su inspiración para componer Aquella Virgen, marcha que desde que tengo conocimiento se toca en esa calle cada año. Ya tenemos otro motivo para pensar que pueda estar dedicada a la dolorosa de Triana.
Palio de la Virgen de la O

Parece más fiable la primera versión, la dedicada a la dolorosa del Gran Poder. A esto hay que añadirle que presuntamente (no lo he podido comprobar con mis propios ojos) la marcha original está en el archivo de la Hermandad malagueña, y que posiblemente el título de Aquella Virgen se debiera a que el autor en ese momento no conocía la advocación de la dolorosa perchelera. Incluso se dice que posteriormente modificó su título por Aquella Virgen... del Gran Poder.


Sea como fuere, es una espléndida marcha que debe seguir sonando, ya no únicamente en sus presuntas Hermandades a las que está dedicada, sino a cualquier palio de toda Andalucía.

26 de febrero de 2012

Reflexiones: La importancia de Dios en la música procesional

Supongo que muchos de ustedes al leer el título habrán pensado, ¿qué tontería, no? cuestionar sobre la importancia de Dios en la música procesional. Sin embargo, es una reflexión mucho más interesante de lo que puede aparentar en superficie.

Partamos de lo básico: la Semana Santa es una festividad religiosa para conmemorar la Pasión y Muerte (y Resurrección) de Jesucristo. Por ello, es una festividad de carácter no muy alegre en apariencia. Es evidente que en Andalucía todo se vive de otra forma: nuestra tradición y profunda cultura nos hace ver la celebración de la Semana de Pasión con un aire más alegre, casi festivo. Resulta precioso y enriquecedor ver como ambas tendencias, la triste de la celebración religiosa y la alegre de la celebración popular se unen y conviven. Sin embargo, creo que hay momentos en que dicha unión se nos va de las manos.

La música en la Semana Santa se usa como mero acompañamiento a nuestras Sagradas imágenes. Aclaro lo anteriormente dicho: un mero acompañamiento no significa que pueda sonar cualquier cosa, ya que podría suceder el efecto algo que no debería ser. La música debe invitar a la oración, a creer en Dios y a abstraernos de todo, para enfocar nuestros sentidos sólo en el que va encima de un paso o trono.

Hay compositores contemporáneos que llevan esos requisitos por bandera, como pueden ser Nicolás Barbero Rivas, Antonio Moreno Pozo o Francisco Pastor Bueno, por citar tres ejemplos. Su música, lejos de servir como alarde costaleril, invita a la reflexión sin necesidad de ser fúnebre o aburrida. Es música hecha por y para Dios, teniendo en mente que es Él el importante en esta celebración, y no los continuos cambios que hace el paso o la búsqueda del aplauso por medio de campanillas, solos de corneta interminables u otros extravagantes recursos.

Quizás haya sido únicamente una sencilla reflexión, algo separada de la temática de este humilde blog, pero que hay que tener siempre en mente, y contar con ello a la hora de escuchar y escribir música procesional. Hacen falta menos marchones tras muchas de nuestras Hermandades para poder comprender el significado de nuestra Semana Santa.

Para concluir, os dejo tres piezas, una de cada uno de los autores anteriormente mencionados:


14 de febrero de 2012

El Carmen de Salteras y la nueva generación de compositores

Ahora que está recién salido del horno el nuevo cd de la Sociedad Filarmónica "Nuestra Señora del Carmen" de Salteras (Sevilla) es el momento de hablar de la "camada" de nuevos compositores que, principalmente esta banda, tiene el privilegio de contar con obras en su repertorio.

El primero, el malogrado Manuel Cabalgante Ortiz, que desgraciadamente nos dejó el pasado día de Año Nuevo, y del que ya hablamos en su momento.

Seguimos con Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros, joven clarinetista estepeño que, con apenas 22 años, tiene ya en su haber cerca de una decena de marchas procesionales. Sin duda todo un prodigio. Pero si encima las marchas tienen una calidad más que buena y resultan muy pegadizas, pues estamos ante un compositor realmente impresionante, con obras como La Caridad del Arenal o Y en Triana, la O que son dignas de admiración.

En esta categoría también podríamos incluir al actual director de la Sociedad Filarmónica "Nuesta Señora del Carmen" de Salteras, Francisco Pizarro Gómez. Desde que dirige a esta formación, ha compuesto tres marchas, a cada cual más destacada. Santísimo Sacramento es la más recogida de todas, Madre Purísima Macarena es una gran obra con cornetas y Soledad de Santa Ángela no se qué tiene, pero me fascina completamente.

De la otra banda de Salteras, "la Oliva" como popularmente se la conoce, llega Víctor Arturo López López. Onubense de nacimiento, con apenas cinco marchas en su haber, es también uno de los destacados compositores de los últimos años, con obras como La Virgen de SevillaAuxilio y Esperanza o Cincuentenario Arribeño.

Volviendo a la banda de "el Carmen" tenemos a Pablo Ojeda Jiménez, actual subdirector de la misma. Nacido en El Viso del Alcor en el año 1985, también tiene pocas marchas, aunque algunas ya se han hecho muy populares, como es el caso de la bella Madrugá Macarena . De este compositor (que toca la trompa en su banda) también son dignas de destacar El Amor de Cristo o Carmen Doloroso.

No me parecería justo dejar a Francisco Javier Barbero Duque que, si bien tiene una producción muy amplia ni ha tenido demasiada repercusión, este trompeta de "el Carmen" tiene una marcha digna de destacar como es O de Esperanza.

Y para terminar, otro del cual ya hablamos anteriormente, como es Andrés Vega Tejero y su primera marcha La Esperanza.


Sin duda, la localidad de Salteras tiene dos bandas admirables, y una cantidad de nuevos compositores de calidad que no debemos perder de vista.

12 de febrero de 2012

Disco: Victoria - Banda de Música "Las Cigarreras" (Sevilla)

En estas primeras semanas del año se han publicado algunos discos muy interesantes, así que vamos a tratar algunos de ellos. En este caso, hablamos del disco de la Banda de Música "Las Cigarreras", el tercero de su andadura como banda, titulado Victoria.

Es el primer disco bajo la nueva dirección de la banda, a cargo de José Manuel Toscao Pérez, y son once pistas mas una bonus track la que compone este trabajo. Si lo que buscáis es una descripción del disco con pocas palabras, quizás las más adecuadas sean estas: osado, atrevido, arriesgado, valiente o contemporáneo. A mi juicio, se trata de una antología de la música procesional contemporánea. La gran mayoría de las marchas han sido compuestas expresamente para el disco, por lo cual no existen grabaciones algunas aparte del propio disco, todas ellas por compositores contemporáneos de contrastado nivel musical.

La marcha que abre el disco es Rex Sum Iudeaorum, obra de Francisco Rivero Gallardo. Se trata de una marcha muy atrevida, con un alto contraste entre la fuerza de los metales en pequeños fragmentos a lo largo de la marcha, junto con la belleza y dulzura de las maderas en el desarrollo de la misma. Una obra atrevida y rompedora, que no dejará indiferente a nadie.

La segunda de las marchas que compone el disco es La Carretería, de Francisco Pastor Bueno. Como bien nos tiene acostumbrados este gran compositor, es una obra maravillosa, que podríamos calificar como romántica, de corte más clásico, que le viene como anillo al dedo a la Hermandad de La Carretería de Sevilla, a quién está dedicada.

Le sigue la marcha Reina de las Cigarreras, obra del valenciano Juan Carlos Sempere Bomboi. Es una marcha solemne, con pasajes dulces y elegantes, muy logrados. Una interesante aportación a la Hermandad de las Cigarreras, a cuya Virgen de la Victoria está dedicada esta bella obra.

Gloriosa Asunción es obra de Alberto Barea Tejada, y está dedicada a la Hermandad de Gloria del mismo nombre de la localidad sevillana de Cantillana. Como suele ser habitual en las obras de este buen compositor, es una marcha muy buena, de corte alegre pero sin perder la elegancia en sus formas, que seguro que será de las que más gusten a la gente de a pie.

La siguiente marcha es Virgen Victoriosa, compuesta por Victor Arturo López López y también dedicada a la Hermandad de Las Cigarreras. Es una marcha solemne, muy seria, que sorprende en la segunda parte de la marcha, que consiste en la Salve Regina cantada por un coro.

La siguiente es una de las sorpresas del disco. Se trata de una adaptación del sainete lírico Trianerias, obra de Amadeo Vives en el año 1916. La adaptación ha resultado ser una marcha alegre y graciosa, que puede ser una de las sorpresas de la banda en este año.

Del madrileño Francisco Javier Alonso Delgado resulta ser la marcha Virgen de Aguas Santas, marcha alegre con cornetas prototípica, de las más sencillas al oído de cuantas componen este hasta el momento más que interesante trabajo discográfico.


La siguiente, a mi juicio, es la marcha más impresionante del disco. Se trata de A la Virgen del Buen Fin, del pontanés Antonio Moreno Pozo. Obra muy seria con cornetas, de tintes andaluces, que por momento te evoca a la grandiosidad de marchas como Soleá, dame la mano. De esas marchas que sólo puedes describir escuchándolas, una auténtica maravilla a mi juicio.

Y cerrando el apartado de marchas procesionales del disco, todo un clásico de los últimos años: Margot. Poco puedo decir que no se sepa ya de esta obra de Joaquín Turina adaptada a marcha, salvo que esta versión de la misma es más que recomendable.

En el tintero he pasado por alto dos pistas del disco, ya que no son marchas procesionales. Se trata de Pasión y Muerte y ¿En qué piensas, preso? de Juan Manuel Cutiño Garrido y Alberto Barea Tejada respectivamente. Se trata de dos obras para la banda, donde dejan entrever el alto nivel compositivo de estos autores, y que ponen, si cabe, un punto más de belleza a un disco muy completo.

En resumen, estamos ante uno de esos discos que quizás marquen una época. Son marchas peculiares, algunas que hay que escucharlas varias veces para entenderlas y que te gusten, pero cuando entiendes las marchas te das cuenta de lo maravilloso que es este disco con que la Banda de Músisca "Las Cigarreras" nos deleita en pos de la buena música procesional contemporánea.
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